sábado, 19 de enero de 2008



Decía que volaba en sueños y se convertía en pájaro. Por eso no me sorprendí cuando un gorrión se posó en mi hombro y me guiñó el ojo.


Emma Rosa

1 comentario:

joseluis dijo...

Mira nomás, que venir a descubrir todo un blog hecho y derecho, con guiños de ojos, aleteos de imaginación y milagros inciertos bajo una letra trémula.

Bientos urakanados hasta Asturias.

Saludes :-)